sábado, 26 de febrero de 2011

Malas hierbas y “Flora política” (por Ramón Surrá)

¿CIUDADANOS EN BLANCO?

Las malas hierbas.


Una mala hierba es una planta que crece en un lugar donde no se desea que crezca. Es una planta parásita que se aprovecha de los nutrientes del terreno invadido.


Las malas hierbas disminuyen el rendimiento del cultivo, y distorsionan el sistema agrario del que se aprovechan.


1. Efectos nocivos de las malas hierbas

Las malas hierbas son indeseables por muchas razones:

Compiten con las plantas del cultivo para obtener luz, agua y nutrientes del suelo, reduciendo así los rendimientos y la calidad del fruto o matándolo por inanición. Son ladrones de los recursos comunes.

Proporcionan un hábitat propicio para las plagas y enfermedades desde donde éstas pueden atacar al cultivo.

2. Control de las malas hierbas

La principal solución es el empleo de un herbicida selectivo con las plantas parásitas

También resulta apropiado sanear el terreno mediante el escardado del mismo.

La flora política.

¿Qué tienen que ver las malas hierbas con nuestra “flora política”?.

No hay mas que echar una mirada a nuestro alrededor, charlar con nuestros vecinos, con los amigos, con los compañeros, para advertir un soterrado ambiente de descontento general que sacude a todas las personas de bien, descontento provocado por la proliferación incontrolada de tanto político “mala hierba”. Un sentimiento colectivo de rechazo contra el indeseable parásito que se aprovecha sin medida de la sociedad, dañando el cultivo que entre todos cuidamos, un político que no vacila en destruir y corromper lo que construimos día a día los demás con nuestro esfuerzo personal, un parásito cuyo único objetivo no es el bien común sino el propio aprovechamiento egoísta, el engorde incesante sin medida,  medrando a costa del sudor y la energía de cada uno de nosotros.

 ¿Es posible intervenir en un sistema político parasitado por las “malas hierbas”?.

Ciertamente que sí. Es tan fácil como utilizar el herbicida apropiado.  Pero… ¿existe ese herbicida en realidad?. ¿Lo contempla la legislación electoral?.

El herbicida que no existe.

En principio la legislación electoral no facilita de ninguna manera la posibilidad de librarnos de los parásitos invasores  pero… sería muy fácil de crear ese herbicida. Sería tan simple y tan sencillo como:

Hacer computable el Voto en Blanco.

Hacer que el voto en blanco tenga un valor. El valor de eliminar de la vida política al aprovechado, al sinvergüenza, al desleal con la sociedad.

Y sí, sería tan sencillo y tan simple como DEJAR UNA SILLA VACIA cuando el número de VOTOS EN BLANCO fuera el mismo que el número de votos necesarios para que un partido obtenga un escaño.  Tan sencillo como equiparar VOTO EN BLANCO = SILLON VACIO.

Pero con la legislación actual, el hecho de votar en blanco es tan solo una formalidad, una forma de expresar, activamente, el descontento con la situación política actual. Una abstención activa. Pero de ninguna utilidad práctica. Al final, al igual que sucede con los votos nulos o con la abstención, los partidos mayoritarios se reparten los escaños que no se han votado. Se quedan con nuestros votos “por la cara”, descaradamente.

En tanto los políticos honrados reflexionan sobre esa necesidad  social de librar a la política de las malas hierbas… ¿existe alguna alternativa?.

El herbicida que existe.

Partiendo de la actual situación, un grupo de personas sin ninguna afiliación política, sin ninguna intención política salvo la de mejorar nuestra democracia con el único objetivo declarado en sus estatutos de CONSEGUIR QUE EL VOTO EN BLANCO COMPUTE, ha creado el partido

Ciudadanos en Blanco

Ciudadanos en blanco (http://www.ciudadanosenblanco.com/) propone ser el herbicida político  apropiado para eliminar una a una las malas hierbas que están perjudicando gravemente a nuestra sociedad.

¿Como? dejando escaños vacíos en Parlamentos, Senado y Ayuntamientos de toda España. Sin más, sin cobrar, sin beneficiarse, sin participar en el Festival y comprometiendo a cada uno de sus candidatos  con la obligación de DEJAR LAS SILLAS VACIAS, allá donde fueran elegidos.

Un partido con una única propuesta en su programa electoral: modificar la Ley Electoral para hacer Computable el Voto en Blanco en forma de escaños vacíos.

De esta manera, por Ley, los ciudadanos tendremos en nuestras manos una herramienta para controlar democráticamente a nuestros legítimos representantes. Una herramienta que en tanto no se modifique la Ley, permitirá a Ciudadanos en Blanco, con sus ESCAÑOS  VACIOS, escardar y roturar la tierra para que podamos cultivar y hacer germinar la vida y la riqueza que todos deseamos y en consecuencia ayudar a conseguir el ideal de un mundo más justo y mejor repartido.

Eliminar las malas hierbas de la política periódicamente nos beneficiará a todos y hará avanzar al sistema democrático. Cuando el voto en blanco pueda utilizarse para descabalgar de las listas a los aprovechados políticos, quién sabe si ellos mismos plantearán listas abiertas y reparto proporcional de votos aspiraciones legítimas de muchísimos demócratas.

Todos… perdón, casi todos, coincidimos en que la democracia es el sistema de gobierno menos malo... pero ello no quiere decir que no sea mejorable. Y en eso anda CIUDADANOS EN BLANCO. Erradiquemos las malas hierbas utilizando primero a Ciudadanos en Blanco, y con una nueva Ley electoral después.

No somos políticos, no somos un partido que pretenda cambiar radicalmente la sociedad, ni por la derecha, ni por la izquierda. Solo somos un puñado de ciudadano a los que nos une la buena voluntad de mejorar nuestra democracia. Mejorarla exigiendo el derecho a poder decir NO a los corruptos y aprovechados.

Y todos podemos ser candidatos. Porque el derecho a participar en la construcción de una sociedad más sana y democrática es un derecho de cada una de las personas que formamos parte de esta sociedad. Personas a las que nos duele que los bandidos y sinvergüenzas, cual mala hierba política, arrasen el cultivo comunitario. Personas dispuestas a poner su granito de arena para ERRADICAR DEFINITIVAMENTE LAS MALAS HIERBAS.

Ramón Surrá

Ciudadanos en Blanco. Un voto responsable y práctico contra los corruptos.

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